Los procesos de autorregulación del alumnado pasan porque puedan evaluar su propio proceso de aprendizaje. Esto no es fácil para el alumnado si no se les han enseñado estrategias adecuadas para hacerlo. La heteroevaluación como único proceso de evaluación hace que el alumnado no adquiera estrategias para poder modificar sus formas de aprender de forma autónoma. Fomentar la autoevaluación y la coevaluación pone al alumnado en una situación en la que aprenden a adquirir estrategias que posibiliten la reflexión, la modificación y la generalización de las formas de aprender, les ayuda a aceptar sus errores y a proponer otras opciones que facilitan el autoconocimiento sobre sus potenciales y debilidades.

En esta lección abordaremos estrategias para proponer estas técnicas de evaluación en los diseños didácticos.