Descripción

El principio del compromiso implica toda la parte de emociones y de afectividad que los alumnos y alumnas deben poner en juego en cualquier actividad o tarea del aula. Por ello el docente debe tener un papel fundamental para mantener activadas esas emociones y conocer cómo influyen en las maneras de procesar la información de todos y cada uno de sus alumnos y alumnas.
La evaluación tiene un peso especialmente importante en todo este proceso, ya que solo conociendo las formas de aprender y de emocionarse y motivarse que cada discente tiene es como podremos diseñar un currículo que satisfaga la gran diversidad de intereses, afectos y motivaciones que se dan en el aula.
En esta lección veremos cómo poner en juego estrategias de retroalimentación positiva que nos permitan re-diseñar el modelo didáctico inicial para ir ajustándolo a las constantes demandas del alumnado, que son variables y se mueven según la emoción que seamos capaces de transmitir.